La violencia haitiana y su repercusión en RD
La crisis que se vive en Haití ha adquirido una nueva dimensión con el anuncio de bandas armadas de declarar un “estado de guerra total” y ordenar a la población no salir de sus hogares. Esta escalada de la violencia no solo agrava el cuadro interno haitiano, sino que genera serias implicaciones para la seguridad fronteriza dominicana y la estabilidad regional
El presidente Luis Abinader ya ha adelantado que las Fuerzas Armadas dominicanas mantienen el control de la zona limítrofe con Haití y advirtió que no permitirá que los grupos armados penetren el territorio nacional.
Factores clave del conflicto
- Las bandas haitianas operan con gran impunidad y han convertido la violencia en un instrumento de control social y político. Esta dinámica amenaza la estabilidad no solo de Haití, sino de toda la isla.
- República Dominicana enfrenta el doble desafío de garantizar la seguridad en la frontera mientras mantiene un enfoque humanitario ante posibles flujos de personas desplazadas o vulnerables.
- La construcción de infraestructura de vigilancia y cierre perimetral en la frontera dominico-haitiana adquiere renovada urgencia como mecanismo de anticipación ante posibles invasiones de grupos armados o de actividades ilícitas que se nutren del caos.
Panorama para RD
Para las autoridades dominicanas, el escenario exige acciones coordinadas: incrementar patrullajes fronterizos, mejorar los sistemas de inteligencia regional, fortalecer la cooperación con organismos multilaterales y gestionar los efectos migratorios sin cesar los derechos humanos.
En un contexto en que la crisis haitiana se agrava, la República Dominicana debe estar preparada tanto para la contención como para la solidaridad. La defensa territorial y la estabilidad social se entrelazan institucionalmente con la atención humanitaria, política y diplomática que requiere la región.
