El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este miércoles la suspensión del controvertido peaje de congestión en Nueva York, que fue implementado a principios de enero. Este sistema cobraba 9 dólares a la mayoría de los vehículos que ingresaban a Manhattan al sur de Central Park, con el objetivo de reducir el tráfico y generar fondos para mejorar el transporte público.
Aunque los primeros días del peaje mostraron una ligera disminución en el tráfico, el programa fue fuertemente criticado, especialmente por su impacto económico en los conductores y las pequeñas empresas. Además del peaje, los conductores que acceden a Manhattan deben pagar tarifas adicionales por el uso de puentes y túneles, que en horas pico pueden superar los 30 dólares.
El secretario de Transporte, Sean P. Duffy, calificó la medida como una “bofetada a los estadounidenses de clase trabajadora y a los propietarios de pequeñas empresas”. Duffy anunció que el gobierno federal revocaría su aprobación y trabajaría con las autoridades estatales para asegurar una “terminación ordenada” del sistema.
El peaje de congestión en Manhattan, similar a iniciativas implementadas en ciudades como Londres y Singapur, fue el primer intento de este tipo en Estados Unidos, generando un intenso debate sobre su viabilidad en el país.



